Llevamos unos días en que el principal tema de conversación en el pueblo es lo que se dice en un panfleto divulgado por el ayuntamiento. El alcalde utiliza ese folleto a color, pagado con dinero público, para acusar a diferentes vecinos de Castril insultando (“pandilla de chiflados”), difamando (“objetivo ruin y antidemocrático”, “¿Qué nueva historia inventarán ahora…?”) y calumniando (“han intentado frenar la concesión de los nuevos regadíos con la presentación de numerosas alegaciones a todos los trámites de la nueva concesión…”). Nuestro vecino y ribereño pueblo de Cortes de Baza es igualmente acusado y criticado (“Ellos sí pueden secar el río en verano desviando el río a sus cultivos…”). Con este folleto no se consigue más objetivo que el de enfrentar a los miembros de la comunidad de nuevos regadíos con aquellos otros que defienden el río y que se oponen, por tanto, al trasvase a Baza, a los que culpa de que esos nuevos regadíos no hayan podido ponerse en marcha, y desprestigiar su actividad por el hecho de esconder, según el alcalde, otros supuestos intereses. Además de fomentar el enfrentamiento entre vecinos y asociaciones también lo persigue con el ayuntamiento de Cortes de Baza, quien está llevando una ejemplar defensa del río Castril, oponiéndose al trasvase a Baza.
El folleto en su conjunto no es más que un compendio de falsedades, medias verdades, acusaciones a los demás y su conocida postura victimista. Todo ello pagado con dinero público, dinero del propio ayuntamiento.
Difícilmente podría haberse entendido que el panfleto de un partido difamase y acusara falazmente como se hace en este. Pero lo que es un ejercicio de irresponsabilidad, un auténtico despropósito del “buen gobierno”, es que ello se haga desde la representación institucional que supone ocupar la alcaldía. No hemos conocido en los más de 30 años en que se constituyeron los ayuntamientos democráticos algo similar. Es posible que gobiernos municipales corruptos y dictatoriales hayan divulgado folletos similares. Pero no tenemos noticia de ello, ni siquiera en la Marbella de Gil.
Voltaire, mostrando lo que es una actitud tolerante decía: “No comparto su opinión, pero defenderé hasta la muerte su derecho a expresarla”. No vamos a exigir del alcalde de Castril esa actitud, ni el ejercicio de la responsabilidad, ecuanimidad, respeto a los derechos, incluidos los de las minorías y capacidad dialogante, tal como demandaban los ilustrados. Tampoco que se ponga a la altura de alcaldes ilustrados como Tierno Galván, Anguita, etc. Simplemente le pedimos que no utilice la institución y el dinero público para difamar, insultar y acusar falazmente; para provocar recelos, generar división y provocar enfrentamientos.
Por último, desde este blog, nos gustaría pedir a la oposición, a toda la oposición, y también a los concejales y concejalas que forman la mayoría municipal, que se desmarcaran y censuraran el contenido de dicho folleto y que pidan explicaciones al alcalde. También proponemos que se dirijan a las personas y asociaciones acusadas para expresar comprensión y apoyo. Y por supuesto, restablecer la cordialidad y sensatez con el pueblo y el ayuntamiento de Cortes de Baza.