Era algo que podía suceder,
aunque no entraba dentro de lo previsible. El anterior gerente, José Juan
López, no acudió a la cita. Estaba obligado a asistir, para lo cual fue
debidamente convocado, y a presentar la documentación reglamentaria, aquella
que tendría que haber entregado anualmente en reuniones del patronato donde,
además, tendría que haber hecho balance de la gestión realizada. Pero, una vez
más, en vez de asumir sus responsabilidades, dio la espantada. No sabemos si,
finalmente, alegará alguna excusa, más o
menos razonable, pero hasta ahora no se ha disculpado.
No obstante la reunión se celebró
como estaba prevista. Se acordó el nombramiento de Andrés López, concejal de
Innovación y Tecnología, como nuevo
gerente y se procedió a la renovación de todos los cargos. El representante de
la Diputación será el diputado José
Torrente, quien presidirá el patronato. Por la Universidad será su vicerrectora
Elena Martín-Vivaldi y, en representación del Ayuntamiento, el alcalde Miguel
Pérez. Ejercerá como secretario el mismo del ayuntamiento. Finalmente se
decidió llevar a cabo una auditoría interna sobre la gestión realizada estos
años atrás.
Llama poderosamente la atención
el escaso respeto por la institución mostrado por José Juan López. Desde que
perdió la alcaldía ha venido acusando al equipo de gobierno del ayuntamiento de
pretender cerrar el Centro Saramago. En más de una ocasión nos hemos referido a
ello señalando que el único que parecía albergar esa intención era él, por
cuanto se negaba a rendir cuentas y a no aceptar un futuro del Centro sin estar
gestionado por su persona. No sabemos si su no asistencia y el negarse a entregar
la documentación requerida se debe a que pretende ocultar las irregularidades
aparecidas y que, a la vista de los acreedores que reclaman deudas, siembran
dudas sobre el destino de las subvenciones recibidas. José Juan López ha tenido
la oportunidad de despejar esas dudas: podía haberse presentado a la reunión y
entregar la documentación demandada u ofrecer las explicaciones que hubiese
considerado oportunas. Nada de ello hizo y ahora es el turno de la auditoría.
Del resultado de esta, de las irregularidades que se detecten, sabremos el
grado de responsabilidad adquirido por José Juan López durante los años en que
estuvo al frente de la gerencia.
2 comentarios:
No se como puedes mostrarte tan contento al ver que la Fundación queda presida por el Sr. Torrente y el Sr. Andrés Pèrez López como gerente, ambos del PP. Pero quizás no sea esto lo más grave sino que me parece que ninguno de los dos tiene ni la más mínima sensibilidad hacia la figura del nóbel, quizás todo lo contrario. Sinceramente creo Paco que te ciega la sed de venganza hacia José Juan, y esto lo has antepuesto a cualquier otro criterio.
Hay que ser estúpido para destacar que la fundación quede representada por políticos del pp cuando la fundación recibe dinero del erario público, ¿o acaso la financia la viuda del nobel?. El hasta ahora gerente no se ha presentado a rendir cuentas cuando primero, es su responsabilidad y segundo, sobre su gestión pesan gran cantidad de irregularidades. Tenía una posibilidad de limpiar su imganen y la de la propia fundación, la tuvo el día 24 ante el patronato y se la pasó por el forro. Menudo impresentable, pedazo de gandul e irresponsable.
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