El sábado 4 de octubre, en Benamaurel, se celebrará una jornada sobre el valor de las acequias tradicionales. Además de abordar diferentes aspectos sobre la importancia ambiental de este sistema de regadío, se hará una especial mención a las acequias en Altiplano granadino.
Las acequias de Castril son también una muestra del enorme valor ambiental de este tradicional sistema de regadío; tanto de las que toman sus aguas directamente del río como las que proceden de fuentes, como es el caso de la acequia de la fuente de Tubos. La diversidad biológica que se genera a su alrededor y el efecto positivo de las infiltraciones de agua, manteniendo la humedad de las tierras de cultivo y retornando limpias al caudal del río, o alimentando veneros y fuentes (que proporcionaban -y aún continúan haciéndolo en menor medida- un servicio básico como abastecimiento, lavanderos, etc., o la energía que necesitaban los numerosos molinos de agua existentes) y los propios cultivos que alimentan, las convierten en una trama ecológica ligada a la vida del pueblo desde sus orígenes. No en vano la acequia de Tubos constituye el eje alrededor del cual que se ha vertebrado el núcleo poblacional de la villa de Castril (sin olvidar la protección del castillo roquero).
En Castril, como en otras partes, la gran amenaza para las acequias tradicionales proviene de los intentos de entubamiento, modernización le llaman, con fines ahorrativos en los consumos de agua. Hasta ahora los regantes se han opuesto y las acequias siguen siendo un entramando de vida que mantiene su valor natural y cultural. Pero al igual que sucede con el río, las acequias, que en gran parte de él dependen, siguen presas de la misma concepción desarrollista que sólo tiene en cuenta el valor económico del agua; es decir, que consideran el agua como una mercancía que se valora por la cantidad de bienes económicos que contribuye a su producción, más que por la importancia del ecositema que mantiene.
Las acequias tradicionales, como el río, la vega y huertos que alimentan, son parte fundamental del patrimonio natural y cultural de Castril; están en su acervo histórico y continúan siendo un presente de vida para sus moradores.
Con esta jornada en Benamaurel, se nos presenta una oportunidad inmejorable de conocer la importancia y valor de este tradicional sistema de regadíos.
Las acequias de Castril son también una muestra del enorme valor ambiental de este tradicional sistema de regadío; tanto de las que toman sus aguas directamente del río como las que proceden de fuentes, como es el caso de la acequia de la fuente de Tubos. La diversidad biológica que se genera a su alrededor y el efecto positivo de las infiltraciones de agua, manteniendo la humedad de las tierras de cultivo y retornando limpias al caudal del río, o alimentando veneros y fuentes (que proporcionaban -y aún continúan haciéndolo en menor medida- un servicio básico como abastecimiento, lavanderos, etc., o la energía que necesitaban los numerosos molinos de agua existentes) y los propios cultivos que alimentan, las convierten en una trama ecológica ligada a la vida del pueblo desde sus orígenes. No en vano la acequia de Tubos constituye el eje alrededor del cual que se ha vertebrado el núcleo poblacional de la villa de Castril (sin olvidar la protección del castillo roquero).
En Castril, como en otras partes, la gran amenaza para las acequias tradicionales proviene de los intentos de entubamiento, modernización le llaman, con fines ahorrativos en los consumos de agua. Hasta ahora los regantes se han opuesto y las acequias siguen siendo un entramando de vida que mantiene su valor natural y cultural. Pero al igual que sucede con el río, las acequias, que en gran parte de él dependen, siguen presas de la misma concepción desarrollista que sólo tiene en cuenta el valor económico del agua; es decir, que consideran el agua como una mercancía que se valora por la cantidad de bienes económicos que contribuye a su producción, más que por la importancia del ecositema que mantiene.
Las acequias tradicionales, como el río, la vega y huertos que alimentan, son parte fundamental del patrimonio natural y cultural de Castril; están en su acervo histórico y continúan siendo un presente de vida para sus moradores.
Con esta jornada en Benamaurel, se nos presenta una oportunidad inmejorable de conocer la importancia y valor de este tradicional sistema de regadíos.
1 comentario:
Como dicen aquí, JJmar ya está llevando el agua a su pará, o lo que es lo mismo a su bancal, bien ya veremos como acaba la fiesta, seguro quedará todo en agua de borrajas.
Me informan que los ciudadanos de Castril estamos recibiendo cartas de la Diputación de Granada con un impuesto nuevo que se llama TASA DE TRATAMIENTO DE RESIDUOS, pues nada a pagar, no han tardado ni dos meses los del PP en empezar a dar leña donde más duele, que es en bolsillo de los pobres ciudadanos. Ya sabía yo que los sueldos de estos "señores" al final los pagaríamos los de siempre, el pueblo. Aunque los jóvenes que son los votantes de estos señores no pagan impuestos, no lo entenderán pero si les preguntan a sus padres ellos podrán explicarle que serán dos pagas anuales por vivienda de 11'26 euros más o menos, según catastro, o lo que es igual a 22'52 euros anuales que tendremos cada vivienda menos para comer, y todo gracias a los nuevos sueldos que nos cobran nuestros señorías. Esto debe saberlo todo el pueblo, al final no levantaremos cabeza ¿tendrá relación este impuesto con los nuevos sueldos?
*VAMOS CASTRIL*
TODOS SOMOS INDIGNADOS
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