Colaboración con la Plataforma por la Defensa del Río Castril

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28.5.12

El agua para consumo humano es un derecho, no un impuesto para sufragar los gastos del ayuntamiento.



Hemos leído un bando publicado por el alcalde en el que se anuncian nuevas tarifas por consumo de agua. También sabemos que en el plan de ajuste se contemplaba que los gastos de gestión y mantenimiento del agua se equilibrasen con ingresos obtenidos por consumo. Bien, esa es una vía. Otra sería que los gastos corrieran a cargo de los ingresos ordinarios del ayuntamiento. Las dos pueden discutirse. A favor de la primera, está el argumento de que pague más quien más consume. A favor de la segunda, que independientemente del consumo, el mantenimiento y gestión viene a ser prácticamente el mismo, y que la pequeñas oscilaciones que puedan producirse (si no hay desviaciones ilegales)  dependen del número de miembros de la unidad familiar.

Hasta ahí, un debate que entra en términos de lo razonable. Pero lo que desde ningún punto de vista puede aceptarse, es que los ingresos obtenidos por consumo de agua sean superiores a lo que se necesita para la gestión y mantenimiento. Es decir, el agua no puede ser un instrumento de recaudación para sufragar gastos del ayuntamiento, sean de la índole que sean. Ni aquí ni en Pekín.

Pero esa pretensión sería aún más grave en una población como Castril, que tiene derechos históricos al consumo de agua del río sin que tenga que pagar por ello (salvo gestión y mantenimiento). Además, así está reconocido por sentencia judicial. Cualquier intento que pretenda ir más allá de lo que ya hemos dicho, del gasto necesario para garantizar la buena distribución del agua con la calidad adecuada, chocará con la firme oposición del pueblo. Y será la tumba política de sus promotores.

Hemos pretendido conocer con detalle qué planes hay, pero por ahora sólo sabemos la existencia de ese edicto indicando unos precios que entran dentro de lo razonable. Pero estamos a la espera de que se tome la decisión final: el acuerdo en sesión plenaria. Por último, también deberán aprobarse las ordenanzas donde queden fijados definitivamente los precios por consumo. 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Dices que las tarifas son razonables, pero, ¿entonces la crítica en que sentido va dirigida al decir que el agua no puede ser un impuesto?
Deduzco que te opones a algo del agua pero no se exactamente el qué.

O es defecto de comprensión lectora mía o no entiendo nada.

Administrador dijo...

Pues muy sencillo: porque ese precio que aparece en el edicto podría no ser el último.

Anónimo dijo...

Sin Contar con los cortes en varios municipios del pueblo en verano, se tendrá que pagar agua aún cuando no cae ni una gota del grifo?

Anónimo dijo...

ahhh ok muchas gracias

Anónimo dijo...

Estos aon como rajoy, nos van preparando para subir impuestos y ellos no se recortan sueldos.