Colaboración con la Plataforma por la Defensa del Río Castril

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5.10.10

De termosolares y embotelladoras, o de cuando de la manipulación informativa al servicio de un partido se trata.




Nos sorprende un diario, en concreto IDEAL, informando de un proyecto de construcción de 4 plantas termosolares en el vecino pueblo de Cortes de Baza. En tanto que se trata de una fuente de energía renovable, en la actualidad, con el proceso de cambio climático que estamos viviendo como consecuencia de los gases de efecto invernadero, sería una noticia bien recibida. Las termosolares, como otras fuentes energéticas que no suponen la quema de fósiles combustibles, las que producen CO2, han contado con el respaldo del movimiento ecologistas, las organizaciones y personas sensibilizadas e interesadas por el medio ambiente. Evidentemente, también las termosolares tienen que estar sujetas a las cautelas y los informes ambientales preceptivos. Cerca, en la colindante comarca del Marquesado, existen varias termosolares a las que hasta ahora nadie ha puesto ninguna objeción de tipo ambiental.

Pero resulta que esta termosolar, según el periodista que ejerce de corresponsal (del diario, del ayuntamiento bastetano o del PSOE local, según se mire), pretende captar el agua que necesitan para su refrigeración del río Castril. Sostiene que son 4 hm3. Evidentemente, esto sería una barbaridad para el ecosistema fluvial, el río, y el ecosistema de la vega. Las afecciones tendrían la importancia suficiente como para que cualquier persona interesada en preservar la integridad ecológica del río Castril hubiese mostrado su rechazo. ¿Pero qué sucede si el agua que se detrae no procede del río Castril como pretende hacernos ver el periodista en cuestión? Pues que si el caudal que se utiliza para la refrigeración proviene de aguas para regadío (como en la termosolar de Galera) o del acuífero captada mediante pozos (las del Marquesado), retornando nuevamente a su lugar de procedencia, entonces estaríamos hablando de un proyecto que nada tiene que ver con el río Castril. Y este es el caso que estamos tratando. Por más que se empeñe el periodista, el ayuntamiento de Cortes ni tiene competencias ni ha solicitado que se detraiga el agua del río Castril. Captada del acuífero mediante pozos, en la aldea de Campo de Cámara, a varios km. y decenas de metros de altitud por encima del río, si los aprueban las administraciones competentes, la vegetación y la vega del río Castril en nada podrán verse afectadas, ni se verán alterados los caudales que el río necesita para mantener el caudal ecológico y las necesidades de los regadíos tradicionales.

Estas son, precisamente, las consultas y los estudios que están en marcha. Nadie ha autorizado ni dado el visto bueno para que las aguas se detraigan del río Castril. Cualquier insinuación de connivencia respecto a esa posibilidad responde a la mente calenturienta de un periodista orgánico que ve cómo están perdiendo la batalla de la opinión pública ante la irracionalidad del trasvase.

No pueden justificar la emergencia cuando no hay sequía (reconocido oficialmente). Los argumentos para no aceptar el proyecto alternativo ahora se reducen a que tendrían que bombear el agua unos metros más si la cogen desde la desembocadura del río en el Negratín. Al parecer, esos metros de más en el bombeo, “cuestan” más que las obras del trasvase y, lo que es peor, ese costo es más importante que la muerte del río. También han inventado, inventado porque los informes oficialmente encargados lo desmienten, que la depuración y potabilización es más compleja. Algo hemos ganado, porque hasta ahora negaban que el agua detraída desde el proyectado punto de captación necesitase tal proceso de tratamiento.

Como muchos de estos aspectos han salido a luz pública en este mismo medio, y la rabieta en los dirigentes provinciales y locales del PSOE ha debido ser mayúscula, el periodista orgánico ha recurrido a sus privilegiadas fuentes informantes a ver de qué manera se puede desprestigiar a aquellos que pretenden entorpecer sus planes especulativos respecto a las aguas del río Castril. Lanzada la insidia contra el ayuntamiento de Cortes, ahora el turno le corresponde a la Plataforma. Para ello, nada mejor que contar con el alcalde de Castril.

Saca a colación, el periodista y quien le informa, todo en el mismo artículo, que el presidente de la Plataforma ha solicitado una embotelladora con agua de un manantial cuyas aguas vierten al río. Por supuesto esa solicitud no aparece por ningún lado, como tampoco se dice que la concesión del caudal de esa fuente (4 l/sg.) está asignada al propietario de la finca, que es de suponer que puede utilizarla para riego o para aquellos otros usos que, dentro de la ley, las autoridades puedan otorgarle. Esto es algo que, evidentemente, no tiene nada que ver con el trasvase del río, salvo el hecho, claro, de que el propietario de esa finca es el presidente de la Plataforma. Pero todo sea con el ánimo de sembrar un poco más de confusión.

Regresa el mito de la caverna. A decir verdad, nunca se fue. El reportaje de IDEAl del día 3 pareció una salida a la luz, como la vislumbrada por el preso cuando se libra de las cadenas y se aproxima lentamente la verdad, como narra el mito platónico. Pero el poder, los intereses y la manipulación mediática se mueven para que se crea que la realidad no es más que lo que reflejan: sombras que se proyectan sobre el fondo de la caverna. Fuera quedan los pozos ilegales, los políticos implicados en la apertura ilegal del pozo de S.Juan, las reconversiones de secano a regadío (Véase entradas de 22-11-09 y 11-08-10), la situación de los acuíferos, la llave del Portillo, el agua como negocio, el río Castril como factor económico, el dinero para los que mandan y viven del pesebre.

Pero su arrogancia y prepotencia les llevó a sobrepasarse a sí mismos. Creyeron que su poder se situaba incluso por encima de la ley que ellos mismos establecieron. Y lo pagaron. Lo han pagado, porque el decreto que los autorizaba para hacer y deshacer ha sido declarado por el Tribunal Supremo nulo de pleno derecho. Y ahora se han encontrado con la horna de su zapato, porque tendrán que responder ante el pode judicial. Por más periodistas orgánicos que utilicen para producir una imagen falsificada de la realidad.