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10.10.10

Se programan las fiestas de Castril en un álbum de fotos del alcalde. Su saludo es una ofensa al sentido, la razón y al buen gusto.



Si, en efecto, eso es lo que parece el programa de fiestas de Castril: un álbum personal de fotos del alcalde. Hecho a todo color y con dinero público, el alcalde se autopromociona y vende imagen de los encuentros que ha mantenido en los últimos meses con personas que él considera relevantes. Es sabido que utiliza cualquier ocasión que encuentra para postularse y figurar, por más banal que sea, en los medios de comunicación. Ahora también es aprovechada con la excusa de la fiestas de Castril. Esa obsesiva y ridícula actitud le lleva a publicar hasta 23 fotos suyas.

Revisados programas de fiestas de pueblos de alrededor, no hemos encontrado nada parecido. En la mayoría de los casos, aparece sólo la foto del alcalde acompañando el saluda inicial. Pero no es eso sólo. Ningún alcalde aprovecha ese saluda o el programa para arremeter contra el vecindario que no sigue sumisamente su gestión política ni para justificar la evasión de responsabilidades ocultando la verdad.

Nos dice en el saluda inicial que el ayuntamiento de Castril es de los menos endeudados de la provincia. Evidentemente no especifica a qué tipo de deuda se refiere. Si es absoluta, porcentaje sobre los presupuestos, sobre la renta per cápita, etc. El dato real y cierto, que es lo preocupante, es que el ayuntamiento ha pasado de tener una deuda de 87.000 euros a finales de 2008 a ser de 436.000 euros en diciembre de 2009. ¿Ha crecido la deuda porcentualmente en algún pueblo más que en Castril? De continuar así, ¿qué cifra alcanzará el ayuntamiento al terminar el año? El vecino pueblo de Cortes, por ejemplo, ha pasado de tener una deuda de 157.000 a 263.000; es decir, ha crecido en 106.000 euros. Por tanto, menor deuda y menor crecimiento de ella, en términos absolutos y porcentualmente.

También comenta como un logro importante la aprobación del proyecto de restauración del castillo de la Peña. Pero calla algunos aspectos. ¿Por qué se ha aprobado con cargo al 1% de gastos de cultura por obra pública? ¿Porque es la compensación por las obras del trasvase del río? ¿Eso es lo negociado? Pues la jugada aún no está terminada. Más bien pronto que tarde llegará la paralización definitiva de las obras y su demolición, es decir la retirada de los tubos. En esa situación, ¿se aprobará la partida presupuestaria y se ejecutarán las obras de restauración del castillo? Respecto al “Santo”, la figura del Sagrado Corazón que preside la Peña, escribe el alcalde que su intención es que se mantenga en ese lugar. Lo que no nos aclara es cuál es la intención de los promotores de la obra, si finalmente decidieran llevarla a cabo. Esa información es la que tiene que dar a conocer ahora.

Y como no podía ser de otro modo, se adelanta las medallas sobre la aprobación de los nuevos regadíos para Castril. Cuando sean una realidad, que aún no lo son (aunque muchos pasos se han dado y ya parece vislumbrarse el final), será mérito de sus promotores, porque con su esfuerzo y tenacidad ha sido posible superar múltiples obstáculos (algunos necesarios y convenientes, como los trámites ambientales), entre ellos, los reiterados engaños y utilización electoral del tema por las administraciones y el propio ayuntamiento.

Reconocer la propia ignorancia es la antesala para el buen conocimiento. En efecto, el que reconoce que no sabe, está dispuesto a abrirse al conocimiento, a encontrar explicaciones racionales sobre lo que le rodea. Actitud bien diferente del que cree saberlo todo o cree, sin más, todo aquello que le dicen. Así lo entendemos desde que Sócrates, hace 25 siglos en la Grecia clásica, lo expusiera. Nadie tiene por qué tener una sólida formación en temas ambientales (ni en otros), pero el sentido de la prudencia obliga al estudio y asesoramiento antes de pronunciarse sobre lo que no se sabe. Todo antes de decir sandeces y repetir como un papagayos los dictados y consignas de otros, que además son partes interesadas. Eso es lo que hace el alcalde de Castril en lo referente al trasvase del río. La idiota seguridad que dice tener respecto a que el trasvase no afectará a la integridad del río, es la misma que muestra al afirmar que tampoco se verán reducidos los derechos de los regadíos de la vega. Cualquier regante que haya leído este artículo del álbum hubiera soltado una carcajada si no se tratara de un tema tan serio y preocupante. No es que le vayan a reducir hasta la mitad los caudales para riego, sino que pretenden que se instalen contadores en las acequias para controlar dichos caudales.

En vez de evadir responsabilidades, por qué no dice claramente en qué consistió la negociación y acuerdo con el entonces directivo de la CHG, J. Delgado? Porque fue a partir de ahí cuando se puso en marcha el nuevo plan de trasvase del río. Desde ese momento, él y sus equipo de gobierno municipal, son parte corresponsable. Y ahora, cuando las obras y las expropiaciones han dejado de tener cobertura legal, y la empresa contratada está fuera de la ley, el ayuntamiento está obligado a exigirle el proyecto y la licencia para poder continuar. Del incumplimiento de estos hechos podrían derivarse responsabilidades penales.

No es nuevo que el alcalde aproveche el dinero público, empleado en este álbum que pretende ser un programa, para arremeter contra las asociaciones que defienden el río. Nuevamente nos anuncia informes y documentos relativos al tema. ¿Habrán concluido la investigación que pensaban hacer sobre las personas que defienden el río? La anunció el anterior secretario provincial del PSOE, hoy consejero de Educación, y el subdelegado de Gobierno también aparecía especialmente interesado (véase entrada del 3-10-09). Estas pesquisas realizadas desde el poder, cada vez más nos recuerdan a otra gloriosa etapa del partido en cuestión, en la que algunos dirigentes promovieron un grupo terrorista, una guerra sucia desde el Estado que, entre otras acciones, supuso el secuestro y tortura de ciudadanos por el simple hecho de parecerles sospechosos. Por ahora, sus actuaciones parecen limitarse al acopio de información confidencial, que está amparada por la ley de protección de datos, para hacerla pública (por tanto, presumiblemente, un delito). También a la identificación y chivatazo, a través de fotografías, de las personas que han acudido a apoyar a los agricultores/as de Cortes, para más tarde inventar absurdas acusaciones y el envío de multas. Esperemos que el seguimiento de las actividades no haya supuesto también la intervención de teléfonos. A estas alturas, con esta especie de terrorismo de Estado a escala local y provincial, nos podemos esperar cualquier cosa, incluida la contratación de periodistas para dar pábulo de credibilidad a esa falsa realidad que pretenden mostrar.

Por último, nos anuncia que se programarán en la plaza las migas que no se pudieron hacer a finales de agosto “por los motivos que todos sabéis”. En aquellos días sacó unos carteles culpando a unos vecinos de la anulación de las tradicionales migas, un acto que viene haciéndose desde hace años por grupos familiares en la plaza del pueblo y con apoyo del ayuntamiento. No sólo no gestionó bien aquel asunto, sino que ha tratado, como es su costumbre, de culpar a otros de lo que no es más que su responsabilidad y una muestra de su ineptitud.

El victimismo al que acude con frecuencia pudo haberle dado buenos dividendos políticos en otra época; pero en el pueblo se extienden las sospechas y aumentan las críticas. Dentro de unos meses llegarán las elecciones municipales. Es el momento en que el pueblo tendrá que decidir quiénes deben responsabilizarse de la gestión municipal.

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