Las obras del colegio no acaban
de arrancar. Parece ser que no se está
produciendo la adecuada colaboración entre el ayuntamiento y la empresa
concesionaria de las obras. El ayuntamiento pretende que subcontrate con
empresas de Castril que, a su vez, emplearían trabajadores en paro de la bolsa
que se creó en el ayuntamiento para tal fin. La empresa que ha contratado las
obras quiere disponer de sus propios recursos y trabajadores.
La ley permite a la empresa libertad de subcontratación y elección de trabajadores.
Cierto. La economía de mercado, el sistema capitalista, permite esas libertades
y que las administraciones no interfieran en su actividad. Y ninguna
subcontrata o trabajador puede esgrimir un trato de favor en función de su
residencia. En principio, ni sería ético ni legal. No lo negamos. Pero además de la ley, hay que tener en cuenta
otros criterios estéticos y sociales. Y de sentido común.
La empresa tiene la concesión
para unas obras ofertadas por una administración pública para la reforma de un
colegio público en un municipio determinado. Por tanto, son poderes públicos
los que han aprobado el proyecto y la inversión de las obras para un servicio
público en el pueblo. Como toda inversión pública, se realiza para cumplir una
función social que beneficie a una población determinada (servicio público,
puestos de trabajo, compra a proveedores, etc.). Si ese fin social, esa demanda
necesidad del colegio de Castril, ha permitido a la empresa la realización de las obras, al
menos por cortesía hacia el propio vecindario, la empresa debería agradecerlo
con la subcontratación de empresas y trabajadores en paro del pueblo. Pero
además, también es una cuestión de intereses. Una buena relación entre el
ayuntamiento y la empresa es de suponer que facilite siempre una solución
rápida de los problemas que puedan ir surgiendo durante el período de tiempo de
duración de las obras.
La negociación no perece que se
haya cerrado del todo. Pues pedimos que haya un poco de sensatez y, finalmente,
se llegue a un buen acuerdo.
2 comentarios:
Echale huevos Miguel, hay que intentar como sea que el trabajo se haga mayoritariamente por castrileños
Eso, como sea, saltándose todas las leyes y pasándo por encima de todo el mundo. Presionando y mirándonos el omblgo, que para eso es nuestro...
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