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14.1.13

La Junta financió el festival “Siete Soles Siete Lunas” en Castril en 2010. ¿Qué pasó con ese dinero?


  

Volvemos sobre el mismo tema tratado en la entrada anterior. El motivo es que, repasando hemeroteca, hemos podido recuperar una información ofrecida el 14 de junio de 2010. En esta información aparece una foto en la que se encuentran el delegado de Cultura, Pedro Benzal, el alcalde y gerente del Centro Saramago, José Juan López, y el director del festival “Siete Soles Siete Lunas”, Marco Abbondanza, acompañando la información ofrecida durante la presentación del festival de ese año en Castril. En ella se decía que “tanto el alcalde de Castril como el director del festival coincidieron hoy en destacar la colaboración de la Junta de Andalucía en el proyecto, en el que contribuye en la práctica totalidad de su financiación, de unos 30.000 euros este año, a fin de convertir a la cultura en “motor de desarrollo”.

Si el festival estaba financiado en su totalidad por la Junta, ¿cómo es posible que el director del festival aparezca ahora en los medios diciendo que el ayuntamiento de Castril se niega a reconocer una deuda de 27.000 euros por el festival de ese año? Si el dinero de la Junta no llegó y todo se debió a un mero acto de propaganda -de los que nos tiene acostumbrados-, pues que se lo exija a la Junta. Y si la Junta pagó, entonces tendrá que aclarar con los involucrados, como el entonces delegado de cultura y el a la sazón gerente del Centro Saramago y alcalde de Castril, qué se hizo con el dinero. Y de paso, que le expliquen el porqué, ese mismo año, retiraron la subvención para el festival de 2011; situación que ha continuado en los años subsiguientes.

Lo que llama la atención es que el director del festival se dedique a acusar a la actual corporación de no tener interés en el festival y reclamarle esa deuda. Inventarse historias puede ser algo bonito, pero para ser leídas como tales, no para ocultar o deformar la realidad, no para evitar que los ciudadanos/as puedan realmente saber qué pasó.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Si cuando no había tanta crisis y no había recortes, se hubiera hecho una buena gestión de los recursos de Castril, ahora no se estaría pasando por el estado tan crítico que está pasando y se dispondría de más medios para ayudar a los necesitados.

Los anteriores gobernantes solo pensaron en ellos y ahora se preocupan de que han subido el número de peonadas para acceder al paro agrario. Los abusos y el mal control de a quién se le concede o no el subsidio es lo que trae que después pagan gustos por pecadores.

Anónimo dijo...

"Siete Soles Siete Lunas",no creo que sea el tipo de música que le gusta a la mayoría de Castrileños, por lo que si no quieren volver, tampoco perdemos tanto. Ya traeremos algún otro grupo que no cobre tanto y guste más.Yo pensaba que eran voluntarios para animar un poco el pueblo.

Anónimo dijo...

Me parece inmoral y hasta delictivo gastarse 27.000 euros cada año en cuatro actuaciones folclóricas y no haber dedicado el dinero a la sustitución de la tubería del agua, como gastarse un pastón en el castillo y olvidarse de la tubería de amianto, eso si, ahora con desmesurada desfachatez se atribuye el innombrable Conde del Cantó, la reparación de la carretera de Baza y con desvergüenza afirma con su verborrea y rancia prosa que si el siguiera de alcalde ya habría conseguido arreglar la carretera del Pozo, la tubería del agua hasta habría conseguido trabajo para todos.
En realidad de lo único que puede presumir y asi hay que reconocérselo, es de colocar macetas y carros por toda la Plaza y el Arbol Gordo

Anónimo dijo...

Pues no sé, como pensaba hacer tantas cosas en tan poco tiempo, pues el camino de la puentezuela desde el cortijo el pino, lo destrozo para darle más agua a sus votantes preferidos de la solana, mientras todos los vecinos de la puentezuela teníamos durante cinco largos años que alquilar un helicóptero para llegar a nuestras casas o bancales, y además creo no equivocarme, que ese camino entre otras cosas lo enviaron a la oposición, de donde nunca debería salir el impresentable de JJmar.

Anónimo dijo...

El señor adiministrador tiene una cuanto menos curiosa vara de medir a la hora de publicar los comentarios. Permite los insultos al anterior alcalde y no publica los comentarios críticos con el actual equipo de gobierno aunque se hagan desde el respeto. Este blog pierde mucha credibilidad y hace que se entiendan muchas cosas.

Administrador dijo...

Al anónimo de las 9:55:

Dígame qué comentarios contienen insultos hacia el anterior alcalde y que considera que no debieran haberse publicado. Si una vez evaluados, entendemos que tiene razón, los suprimimos.

Respecto a los comentarios críticos con el equipo de gobierno, hemos publicado todos los que nos han llegado. Si usted ha enviado alguno, puede ser que no haya llegado. Reenvíelo nuevamente.

Anónimo dijo...

Pues desde aquí al anterior alcalde se le llama Duquesa del Cantón, indeseable, fascista.........
A los concejales niñatos sin formación, transfugas, vendidos....

Esto que recuerde, además siempre protegiendo al alcalde y a la concejala de iu de cualquier insulto parecido. Muy parecido todo a Intereconomía.

Anónimo dijo...

Anonimo 12:56 Si lamentablemente es cierto los insultos y demás gilipolleces también son provocadas a posta para que este tinglado se venga abajo, tenemos que confiar en la justicia y que el que deba algo que lo pague.

Administrador dijo...


Al anónimo de las 12:56

Nada de lo que dices que comentan nos parece un insulto. Algunos pueden ser calificativos peyorativos, pero no insultos. Y respecto a lo de "Duquesa del Cantón" puede sentirse ofendida la persona aludida, pero no necesariamente tenemos por qué saber a quién se refiere ese apodo. Pero en sí no es un insulto. Parece una forma irónica de apodar a alguien, que por lo que se le atribuye puede deducirse quién es.
Como cualquier lector podrá haber comprobado, no compartimos esa forma de referirse a nadie y por eso nunca lo hacemos; nunca nos referimos en términos que no sean estrictamente políticos. Pero a los comentaristas, dentro de unos límites (que excluyen el insulto), les ampara la libertad de expresión; por tanto, el poder referirse irónica o peyorativamente a los personajes públicos, a los que se dedican a la actividad política.