Colaboración con la Plataforma por la Defensa del Río Castril

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12.3.11

Las carreteras empeoran, el colegio no se construirá, el agua que bebemos sigue siendo vomitiva. ¿Y el alcalde? Difamando, que algo queda.




Esa es la realidad. Llegan las elecciones y los partidos gobernantes se lanzan a la desesperada a vender imagen. El alcalde de Castril, como no iba a ser menos, aprovecha la servil disposición de periodistas al servicio de su partido para, de una parte, correr un tupido velo sobre los fracasos en proyectos con los que había cimentado buena parte de la legislatura que termina y, de otra, magnificar aquellos otros que se corresponden con la ineludible gestión municipal de los presupuestos y las subvenciones recibidas como sucede en cualquier municipio, sea del color político que sea.

Ahora sabemos que el colegio, que según fuentes municipales ya tenía el proyecto aprobado y las obras empezarían en junio, tampoco se construirá este año. El convenio al que han llegado la Diputación granadina y la consejería de Educación, según el cual la Diputación prestará a la Junta 15 millones de euros para mejoras en instalaciones escolares en unos nueve municipios de la provincia, excluye a Castril. No deja de ser sorprendente que dos adalides del trasvase del río Castril a Baza, como han sido Caler, presidente de la Diputación, y de la Chica, consejero de Educación y, antes, secretario provincial del PSOE en Granada, se hayan puesto de acuerdo para que Castril no sea uno de los pueblos beneficiados con la construcción de las nuevas instalaciones escolares. El ayuntamiento y el alcalde deberían dar explicaciones. La dirección del centro, la AMPA y el consejo escolar tendrían que pedirlas.


Las carreteras, conforme ha ido pasando el invierno, han empeorado su estado. Especialmente llama la atención la carretera dirección Pozo Alcón. Se encuentra cerrada la variante de la CHG y la parte de la carretera de la Junta, por la zona afectada por las obras de la central hidroeléctrica (obras que se encuentran denunciadas), ha estado cerrada temporalmente en numerosas ocasiones. Así, no queda más remedio que circular por la carretera que discurre al lado del pantano, con el lamentable estado de desprendimientos y baches que van aumentando día tras día, como puede apreciarse en la foto.


La carretera dirección Benamaurel ha ido empeorando hasta el punto de que baches, como el que también se aprecia en la foto, están ocasionando más de un accidente e incontables averías en los automóviles. Nadie se responsabilizará de ello. Pero algunos, como el alcalde, dirá que tenemos unas buenas infraestructuras (o al menos eso decía en el álbum-programa de fiestas).

Con respecto al agua de consumo, vamos a recordar algunas cosas: obligaron al vecindario a que se instalasen contadores. Lo hicieron a pesar de los derechos históricos del pueblo de Castril para disponer del agua de consumo. Esa agua, la de las fuentes públicas y la escasa que llegaba a las casa hace unos años, era agua que por acequias retornaba al río sin apenas afectar a la calidad y al caudal del propio río. En la actualidad, debido a los productos que se utilizan en los hogares, sí que hay que depurarla. Para ello, hace unos años, se instaló un depuradora de la que nadie sabe cuándo está en funcionamiento. Lo cierto es que gran parte del año, los vertidos de aguas residuales llegan al río sin depurar.


¿Pero cómo es el agua que se bebe? La que llegaba del arroyo Juan Ruiz era de buena calidad; había cortes continuos pero el agua era buena. Decimos “era” porque la que actualmente consumimos proviene de la fuente de Tubos. Y es vomitiva por su sabor y, sanitariamente, a la vista de las numerosas infecciones gastroinstentinales que afectan a tantas personas del pueblo, dudamos de su potabilidad. Hay días, sin embargo –para arreglarlo-, que por su extraordinario olor a cloro, no queda más remedio que recurrir al agua envasada. ¿Por qué no se arregla de una vez las infraestructura para abastecimiento desde el arroyo Juan Ruiz, sustituyendo además la actual y deteriorada tubería de fibrocemento por una homologada y sin efectos perniciosos para la salud humana, de manera que no se produzcan más las roturas que suceden en la actualidad? Beber del agua de Tubos, en las condiciones actuales, supone un salto hacia atrás en el tiempo, algo que creíamos ya superado.


No hace mucho anunciaron las subvenciones para arreglo de caminos, pero, ¿a qué se espera? Su deterioro va en aumento: llegar a la dehesa es todo una odisea, para ir al cementerio hay que dar la vuelta por la cooperativa, circulando por la cuesta Mª Alonso te arriesgas a que el camino se derrumbe y caigas en los bancales ladera abajo, etc. Pero en fin, todos estos problemas no deben ser tan importantes para el alcalde como para ocuparle el tiempo y la atención que dedica a desprestigiar a las personas que defienden el río Castril, es decir, a sus demonios de siempre. Veremos qué sigue inventando en este período electoral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay vecinos que a diario tienen que transitar por unos accesos a sus viviendas de autentica verguenza que siguen igual que hace 40 años y no se han arreglado nunca,es indignante que vecinos de anejos como el martin,arenales,collados,puentezuela por decir algunos,no tengan derecho a un acceso digno a sus residencias,quedando atrapados a la minima por lluvias o nieve ya que algunos no estan asfaltados,ya hace tiempo que se recivieron subvenciones para su reforma y seguimos esperando,seguramente tenga prioridad la colocacion del ascensor al santo ya que alli vive mas gente,esperamos que los nuevos alcaldes tomen medidas rapidas asi como agilizar las obras de la carretera a baza.un saludo