La empresa ha intentado continuar las obras del trasvase en ambos términos municipales. A pesar de haber sido declarado nulo el decreto que amparaba la ejecución de estas obras, a pesar de estar recurridas las expropiaciones que realizó la CHG aplicando la “emergencia” que otorgaba el decreto anulado, a pesar de encontrarse denunciadas las múltiples irregularidades del proyecto, a pesar de encontrarse en sede judicial las mentiras y ocultaciones de información que se han producido durante la tramitación del proyecto, a pesar de todo ello, no han dudado en seguir invadiendo tierras, atravesar cultivos y cortar chopos, afectando a la vegetación de ribera y al propio río.
Cuando los agricultores le han pedido a la empresa las autorizaciones para entrar en sus propiedades, lo único que han esgrimido es una documentación anterior a la anulación por el T. Supremo del decreto que las amparaba, y un auto judicial que lo único que dice es que suspende cautelarmente un decreto de la alcaldía de Cortes. Es decir, nada de nada. Esos documentos no significan nada respecto a lo que se demandaba; ninguno justifica la expropiación forzosa, ninguno es un aval de que las obras se ajustan a la ley. Ni lo son ni puede serlo nunca. El proyecto de trasvase carece de cobertura legal. Por más instrucciones que la empresa reciba de la CHG, este es ilegal. Y así podremos comprobarlo en los tribunales.
Los propietarios de fincas enseñan sus títulos de propiedad, enseñan el recurso judicial interpuesto a las expropiaciones, enseñan la sentencia que declara nulo de pleno derecho el decreto gubernamental que aprobaba con carácter de emergencia la contratación de las obras y las expropiaciones, vecinos y vecinas de Cortes y Castril los apoyan. Por tanto, la ley está de su parte, la razón y el sentido común, también. Por ahora, la empresa se ha retirado, pero siguen en las proximidades. Suponemos que esperan nuevas instrucciones. Pero antes que se dé un nuevo caso “Nevada”, habría que tomar otras medidas. Algunas pueden venir del ayuntamiento cortesano, otras, de los tribunales de justicia. Esperemos que no lleguen tarde. Mientras tanto, el pueblo vigila.