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9.2.10

El carnaval, Franco y el alcalde de Castril

Como es sabido, durante los años de dictadura franquista los carnavales fueron prohibidos. Sin duda, al dictador le preocupaba que tras el anonimato de las chirigotas y de los disfraces se vertiesen elementos de crítica política. No en balde había dado un golpe de estado, provocado una guerra civil y acabado con la democracia y el pluralismo político como para ahora permitir que la burla y la crítica se cebaran con su nacional-católico régimen.

Con la conquista de las libertades y ya durante la transición, los carnavales se fueron recuperando en numerosos pueblos y ciudades. Los temas tabúes, los poderes y las personas públicas fueron sometidas durante esos días a la socarrona y mordaz crítica de un pueblo que encontraba en esos momentos la oportunidad de expresar lo reprimido durante todo del año.

A los poderes políticos, de derechas o de izquierdas, podría gustarle más o menos la sorna con la que ellos y su quehacer era puesto en evidencia. Ninguno de ellos intentó interferir y obstaculizar el desarrollo de los carnavales. Pero en Castril todo es posible.

Hemos sabido que un grupo de escolares ha intentado montar una chirigota disfrazados de trucha para aludir al problema de supervivencia en que se encontraría dicha especie de consumarse el trasvase del río a la comarca de Baza. Puesto en conocimiento de ello el alcalde, sin pérdida de tiempo, se interesa por el asunto (¡Hay que ver lo que da el sueldo y tanto tiempo libre!). No puede ser que unos infantes sometan a burla pública lo que él con tanto empeño defiende. No puede soportar una patada en sus posaderas, y menos ahora recibida desde una colegial chirigota.

Sobre la decisión final de lo colegiales, tendremos noticia durante las fiestas de carnaval. Hoy, la libertad de expresión ampara que la chirigota salga a la calle, y que lo que al alcalde le duela, como a otros políticos, con pan se lo coman.

11 comentarios:

Francisco Sánchez dijo...

En primer lugar, un saludo a todos los lectores. Soy Francisco Sánchez, tutor del grupo escolar al que se refiere este artículo y promotor de la interpretación de coplas de carnaval como actividad en el centro.
Por alusiones, aunque no se me haya citado directamente, debo puntualizar algunas cuestiones que pudieran deducirse del artículo anterior: en primer lugar, la chirigota propuesta por los alumnos con el nombre "Truchas castrileñas", evidentemente, hacía referencia a la polémica suscitada y mantenida históricamente en el pueblo por el trasvase del río Castril, pero en ningún caso defendía posición política alguna, al contrario, pretendía ser una llamada de atención al entendimiento y debate democrático sobre el tema; en segundo lugar, esta tutoría no ha recibido presión alguna del Ayuntamiento, y si ha habido conversaciones con el señor alcalde ha sido por iniciativa propia; en tercer lugar, se abandonó el proyecto inicial de "Truchas castrileñas" puesto que algunos padres se negaron a que sus hijos participaran por la polémica suscitada en el pueblo.

Informados los alumnos de toda esta situación, decidimos cambiar el proyecto por el de "Recetario castrileño: recetas democráticas para los tiempos modernos", ya que los alumnos se encontraron bastante molestos con la situación, sobre todo cuando desde algunos cargos de peso en el seno de la comunidad educativa se mantiene que los niños no tienen derecho a opinar sobre según qué temas, y se declara -por parte de estos mismos cargos- la intención de "revisar la letra antes de que se cante" (esto es textual), lo que denota, en mi opinión, una clara intención de censura al que esta tutoría nunca accederá.

Concluyendo, es cierta la polémica suscitada y las dificultades para llevar a cabo el proyecto, aunque debo volver a subrayar que las presiones recibidas, al menos sobre mi persona, no provienen de la alcaldía, sino de la propia comunidad educativa del Centro.

Un cordial saludo.

Administrador dijo...

Gracias, Francisco, por la información nueva que aportas. Pero no hay nada en ella que afecte -y menos que desmienta- a lo que en la entrada se dice. Un saludo.

Anónimo dijo...

El carnaval,Franco y el alcade de Castril. Al leer esta opinion me he quedado sorprendida sobre todo por haberse tratado de algo ocurrido en un colegio de niños de primaria.
En primer lugar, bajo mi punto de vista, las letrillas carnavalescas no tenian que permitirse en los colegios. Pero ojo, que yo no soy una dictadora como el autor de este comentario puede creer, pues a los niños, pienso que hay que inculcarles otros valores y dejarlos fuera de los problemas y críticas de los mayores. En segundo lugar, basta ya de enfrentar a la gente de Castril. En tercer lugar, dejad ya la disctadura, que pasó ya hace algunos años y de la que todos fuimos víctimas.
CASTRILEÑOS, basta ya de política. Castril es algo mas. Por eso, yo aconsejo a todos los padres de esos niños y a sus profesores que le quiten importancia a la situación y que les enseñen A VIVIR EN PAZ que es lo mejor que se puede hacer en esta vida.

Anónimo dijo...

Si no te ocupas de la política, ella se ocupará de ti (o mejor dicho Juan Mar)

Francisco Sánchez dijo...

Bueno, ante todo hacer unas puntualización de carácter normativo.
En el artículo 1 de la Ley Orgánica2/2006, de 3 de mayo, de Educación, se establecen los principios y fines de nuestro actual sistema educativo. Entre ellos encontramos principios como:

"c) La transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, así como que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación."

"e) La flexibilidad para adecuar la educación a la diversidad de aptitudes, intereses, expectativas y necesidades del alumnado, así como a los cambios que experimentan el alumnado y la sociedad."

Y también hallamos entre los fines de la educación:

"k) La preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento."

Una vez aclarado el marco normativo, me parece evidente que las letrillas carnavalescas sí tienen y deben poder tener lugar en un centro educativo de Primaria, siempre y cuando respondan a las expectativas e intereses de los alumnos y alumnas, se plantee como una actividad donde reine y se promueva la actitud crítica del alumnado y se realicen las actividades desde el respeto a los valores democráticos de deben imperar en nuestra sociedad. Lógicamente se puede opinar lo contrario, pero no se puede decir, ni insinuar, que por parte de los docentes se introducen temas que no deberían tratarse en el colegio sin conocer el marco legislativo más básico.

Por otro lado, quien les habla no ha querido en ningún momento desmentir nada; simplemente he querido dejar claro que no he recibido ninguna presión desde el Ayuntamiento del municipio, y que las presiones, que han existido, se han vertido desde otros ámbitos, cuestión en la que no pretendo abundar más.

Concluyendo, coincido con el comentario anónimo en que lo más conveniente sería restar importancia al asunto y no darle a una cuestión escolar una dimensión política; pero el asunto se politizó prácticamente antes de nacer el proyecto, y esa politización no se produjo en el aula, que es lo que a mí me atañe. Por lo demás, llevo prácticamente un mes defendiendo la apoliticidad del proyecto, al igual que mis alumnos, pero se sigue confirmando que hay voces que se escuchan más que otras.

Por otro lado, me gustaría aprovechar este foro para adelantar que ya está prácticamente terminado el repertorio de la chirigota, "Recetario castrileño: recetas democráticas para los tiempos modernos"; lógicamente, se hace eco de toda esta polémica... y quiero destacar, antes de que algunos vean algunas cosas donde no las hay, que no se alza crítica alguna contra el Ayuntamiento, ni su alcalde; sin embargo, si se alza la voz de forma ostensible hacia aquellos a quienes moleste que un grupo de escolares expresen su opinión, hacia aquellos que, desde una posición más que falaz, intentan "proteger" a los menores impidiendo que desarrollen su capacidad crítica ante aquellas cuestiones con las que no están de acuerdo.

Atentamente,

Francisco Sánchez

Anónimo dijo...

“Los alumnos se encontraron bastante molestos con la situación, sobre todo cuando desde algunos cargos de peso en el seno de la comunidad educativa se mantiene que los niños no tienen derecho a opinar sobre según qué temas” (palabras recogidas de Francisco) ¿Habéis pedido la opinión a los alumnos? ¿Sabéis si están molestos por la situación? ¿Quién escribe las letras del carnaval? Seguro que los alumnos solo se aprenden la letra de la canción que le da el profesor. En un colegio público no se debe dar una opinión o una ideología política y menos poner éstas en boca de unos alumnos, ya que debemos enseñarle que piensen por ellos mismos y que no sean máquinas que acatan ordenes. Estáis tratando a los alumnos de un colegio como ganado; o peor aun los estáis utilizando como si fuesen carteles de una campaña política. ¿Os habéis parado a pensar por que cuando hay elecciones asistimos a un colegio público a depositar nuestro voto?

Francisco Sánchez dijo...

Me entristece profundamente comprobar cómo el anonimato se convierte en refugio de falsedades, juicios arriesgados y posiciones que rozan el fascismo más beligerante. Quien mantiene que "en un colegio público no se debe dar una opinión" ha de pensar que lo correcto es convertir el colegio en una mera transmisión de datos, a los maestros en simples "máquinas que acatan órdenes", además debe pensar que sus ideas son las únicas acertadas... y lo próximo será "castigar" al que se sale del tiesto, de su tiesto.

En fin, si lo que pretende este anónimo es el insulto infundado y cobardemente escondido tras el antifaz de justiciero de la educación, he de felicitarlo, pues lo ha conseguido en su versión más ridícula. En un principio pensé que no merecía la pena ni contestar, y aún lo pienso, pero alguien que leyera su comentario podría creer que en sus palabras hubiera algún atisbo de verdad,y nada hay más lejos de la realidad.

Por todo ello, a sus preguntas, señor/a anónimo/a, debo puntualizar que, no sólo se ha consultado a los alumnos y alumnas, sino que el proyecto en sí parte del alumnado; que evidentemente están molestos, pues ellos mismos lo han manifestado en clase, y supongo que en otros ámbitos también; que la letra de las coplas del carnaval evidentemente las compongo yo, pero me limito exclusivamente a darle forma literaria a las cuestiones que los niños deciden incluir, al margen de mis ideas políticas, que intento no manifestar en clase; una vez concluida la composición literaria, la obra resultante es leída y explicada a los niños, quienes expresan libremente si coinciden o no con ella, cambiándose cuantos detalles quieran, pues es suya, no mía.

Respecto a las ideas políticas, muy señor mío, en el tiempo que llevo en el pueblo no recuerdo haberme posicionado nunca, ni haberme alineado junto a ninguna fuerza política, mucho menos en la escuela. Pero también es cierto que los niños, como sujetos de esta sociedad, no pueden ser tratados como seres apolíticos, puesto que la política también les afecta, es por ello que, en consonancia con lo que se establece en la nueva Ley de Educación, procuro, en la medida de mis posibilidades, inculcarles los valores constitucionales más básicos, como corresponde a cualquier docente en un país democrático, para que el día de mañana pueda ejercer su derecho a la participación como ciudadano en un Estado de derecho, como es el nuestro.

Comenzaba mi intervención aludiendo a mi intención de no contestar, y debo decir que no lo haré más; considero suficientemente aclarado el tema: cualquiera que indague un poco podrá comprobar la veracidad de mis afirmaciones... No creo constructivo responder a cualquier exaltado que use el foro para insultar y faltar al respeto a quienes realizamos nuestro trabajo lo más honestamente posible y ajustándonos a derecho en todo momento.

Un cordial saludo.

Francisco Sánchez Torres

Anónimo dijo...

En lugar de escribir aqui, porque no citas a los padres de estes curso, para explicarle lo ocurrido.

Anónimo dijo...

Por supuesto que no me ocupo de la política y mucho menos por la política que tenéis en Castril. Me ocupo de otras cosas más profundas que tenemos las personas, entre ellas mi gente de Castril. Creo que José Juan no se va a ocupar de mí y, por supuesto, cuando le he tenido que decir algo se lo he dicho a la cara y se lo seguiré diciendo cuando sea necesario. Lo conozco desde que nació y creo que no me va a comer. Señor profesor, veo que es un buen maestro pero mi mensaje sólo era el de que hay que dejar a los niños fuera de las crìticas y rivalidades de los mayores y usted ha profundizado demasiado. En ningun momento le culpo a usted de nada.También quiero decirle que yo no soy la autora del segundo comentario anónimo. No me escondo detrás de ningún antifaz pero tampoco quiero que mi nombre sirva de comentario para nadie. Os vuelvo a repetir a todos que no quiero más enfrentamientos en mi gente de Castril. Un saludo para todos incluido el autor del comentario

Anónimo dijo...

Un visionado de la película "La lengua de las mariposas" de Fernando Fernán Gómez no estaría de más, señores censores.

Juan H.

Anónimo dijo...

No he tenido la ocasion de ver esa pelicula pero mas o menos se de lo que va el tema,desde luego pienso verla y si puedo ya le hare el comentario. Espero que todos hayais difrutado de esa fiesta del crnaval tanto mayores como niños.Un saludo