La ampliación del parque natural: un reto que debe asumir el equipo de gobierno

                                                                       

Vista del curso bajo del río (hacer clik sobre la foto para ampliar)

La Junta de Andalucía y la Junta Rectora del parque natural están a la espera de que el ayuntamiento de Castril se pronuncie sobre la propuesta de los ayuntamientos de Huéscar y La Puebla para que el parque natural se amplíe integrando la sierra de la Sagra, ubicada en  estos municipios. Sería una buena ocasión para hacer una revisión integral del perímetro del parque, que no solo contemplara las sierra de la Sagra, sino también el curso bajo del río y su valle hasta el pantano del Negratín.

Dos ventajas presentaría esta doble ampliación. Por un lado, el parque se convertiría en uno de los mayores de Andalucía, y la capacidad para promocionar la comarca a partir de sus propios  recursos y desde criterios sostenibles aumentaría enormemente. Por otro, con la integración del curso bajo, la protección ambiental del río y su valle sería mayor; y algunas de las amenazas que penden sobre sus ecosistemas, como los trasvases de sus aguas hacia otras cuencas, tendrían tantas dificultades y trabas legales para ejecutarse que prácticamente lo impedirían.

Algunos recelan de que una denominación del parque natural, como sería parque natural de las sierras de Castril y la Sagra, disminuiría el protagonismo de Castril y las hipotéticas inversiones que Castril recibiría. Este argumento es un tanto extraño, por cuanto el ayuntamiento de Castril, hasta ahora, poco ha decidido en las escasas inversiones recibidas en el parque y su zona de influencia. Y continuaría sin perder competencias sobre lo que es territorio del municipio.Tampoco el que pudiera haber dos centros de interpretación menguaría la presencia de visitantes; muy al contrario, ambos entornos se beneficiarían mutuamente del conocimiento que las visitas recibirían en dos centros. Y la presión para recibir el apoyo en la gestión aumentaría por la presencia de un mayor número de municipios. No olvidemos que además de Castril, Huéscar y la Puebla, tendría que incorporarse el de Cortes de Baza, con quien habría que establecer las correspondientes negociaciones.

Ese reto tiene que asumirlo el equipo de gobierno. Por lo pronto, tendría que abrir el debate a todas las fuerzas políticas y sociales, incluyendo todo tipo de asociaciones, y a la Plataforma por la Defensa del Río. Y someter la propuesta a debate en el pleno.