Según una información ofrecida por una radio de Baza, el subdelegado de Gobierno, Santiago Pérez,
aun sueña con que el próximo año será una realidad el trasvase del río Castril.
Sueña este representante del Gobierno con una sentencia favorable del Tribunal
Constitucional. Sueña con que este tribunal estimará constitucional la
disposición XIV de la ley de Residuos Sólidos que legalizaba las medidas del decreto RD 1419/2015, el decreto de sequía, que el
Supremo había declarado nulo de pleno derecho. Y sueña con que eso dará pie a
que el próximo año se inicien las obras del trasvase.
A tenor de lo declarado en la radio, este sueño del
subdelegado parece estar inducido por la abogacía del Estado, la misma abogacía
que sostenía que el decreto RD 1419/2015 no era el que amparaba
las obras del trasvase. Si esa es la “adormidera” que le induce esos sueños,
poca consistencia tienen sus previsiones: lo que dictamine el Constitucional ya
se verá, pero si fue el propio Supremo quien planteó la cuestión de
inconstitucionalidad, no parece probable que el Constitucional vaya a decidir
en su contra. Pero aun si eso sucediera, eso no significa que se vayan a reemprendar las obras. Para ello, el Supremo tendría que dejar sin efecto la sentencia de paralización
de las obras; y eso es otro tema. Pero todavía hay más: las obras están
paralizadas también por la Audiencia Nacional como medida cautelar por el
recurso contencioso-administrativo interpuesto por la Plataforma por la Defensa
del Río Castril. Así están las cosas.
El subdelegado, y los interesados en especular con las aguas
del río, despertarán de su sueño y se encontrarán con la realidad. Es lo que esperamos y deseamos.