Hemos recibido un escrito de la persona contratada por el ayuntamiento para encargarse de los problemas relacionados con la gestión y el ciclo integral del agua. Durante los escasos meses que Miguel Ortiz (la persona contratada) se dedicó a dichas tareas, una de las que trabajó con más empeño fue la puesta en funcionamiento de la depuradora de residuos líquidos urbanos. Un problema particularmente grave, pues los residuos se estaban vertiendo directamente al río.
Hace varias semanas que se produjeron nuevas averías y, nuevamente, hay problemas de funcionamiento de la estación depuradora (EDAR). Aunque Miguel hace tiempo que dejó de trabajar, sin embargo, ha recibido acusaciones del portavoz del PSOE sobre el mal funcionamiento de esta. A ellas responde Miguel Ortiz:
RESPUESTA POR
ALUSIONES
José Juan López
Rodenas, alias "el alcalde artista”, está acostumbrado a poner el ventilador para
expandir su propia mierda y que les salpique a los demás, y nunca mejor dicho
con el asunto que nos ocupa.
No es la primera vez que, desde su blog, acusa a Miguel Pérez y a mí
del mal funcionamiento y de lo mal que huele la EDAR de Castril, la “depuradora municipal”, para entendernos.
No es nada
nuevo que acuse infundadamente y tergiverse la verdad con la intención que he
mencionado al principio de este escrito y perdonen este vocabulario, pero ha
sido el más suave que he encontrado para
calificar a este personaje vividor de
profesión a cuenta del dinero público y sin profesión reconocida.
Un histórico de
su partido definió, en declaraciones públicas, la situación que nos ocupa refiriéndose a personajes como éste, que
estaban haciendo mucho daño al partido, como “NIÑATOS SIN OFICIO NI BENEFICIO QUE HABÍAN
ENTRADO EN LA POLÍTICA PARA VIVIR DEL DINERO PÚBLICO”. ¡Así nos ha ido en
Castril! Por desgracia, como es sabido por todo el mundo, en su etapa del
alcalde lo primero que hizo fue ponerse un sueldo de ministro y dedicarse a
viajar por todo el mundo, y un taxi en la puerta para su uso personal, amén de
otras prebendas.
Volviendo al
tema, como siempre, acusa
a los demás de su propia incompetencia, ya que la verdad es que todo el tiempo en él
que estuvo de alcalde, nunca funcionó la
depuradora, ni bien ni mal, simplemente
no funcionó.
Todos los que es su día se pasearon por la
pasarela pudieron comprobar con la vista y el olfato, cómo el agua de los desagües vertía sin
depurar directamente al río en la misma entrada de la pasarela.
Después de que
se gastaran cuarenta millones de las antiguas pesetas en hacer la estación de bombeo de la cuesta
María Alonso, y otros cincuenta millones en poner en marcha la depuradora de
Castril, al poco de entrar JJ en su
etapa de alcalde el agua se seguía vertiendo al río y a la acequia del malecón.
A los tres días
de tomar posesión la nueva corporación municipal con Miguel Pérez, “casualmente”
vino una inspección y se pudo comprobar que el colector que debía llevar el
agua a la estación de bombeo, el que está situado por el paseo del túnel, estaba cegado íntegramente con cieno y
piedras. Posteriormente, durante
casi un año, los arreglos fueron
constantes hasta poder conseguir poner el marcha el sistema de depuración.
En una de las
fotografías podemos ver uno de los
bio-discos al que se le rompió el eje de acero de más de 10 centímetros de
espesor porque, según nos dijeron
después los técnicos, jamás se había engrasado.
En otra fotografía, se puede apreciar que hubo que
limpiar el depósito de almacenamiento de
sólidos con equipos especiales y con
grave riesgo de los operarios, porque al no haber funcionado bien nunca, el
motor estaba roto y la mierda se había solidificado.
Salieron más de 50 m3 de lodos, como se puede apreciar en la foto.
En las estaciones de bombeo de la cuesta
María Alonso y la del Molino, estaban
las bombas igualmente rotas y enterrados en lodos y piedras, que igualmente
hubo que arreglar y cambiar. Y así un largo etc. de despropósitos que hubo
que ir subsanando hasta conseguir poner la EDAR en marcha, con la voluntad decidida del nuevo equipo de gobierno y el apoyo técnico
y económico de la Diputación de Granada.
Dicho todo esto, si José Juan López Ródenas, alias "el alcalde artista”, tuviera una pizca de vergüenza y dignidad, valores que ha demostrado no tener, lo mejor que
podría hacer por el bien de Castril, sería dejar vivir en paz a los
castrileños y buscarse una profesión y no pensar más en vivir del dinero público.
Miguel Ortiz.