Tras la confirmación por el Tribunal Supremo de la imposibilidad de
ejecución de sentencia, la única perspectiva razonable que tendría que
producirse en las próximas semanas es el levantamiento de la obra y la negociación
con las partes afectadas, con la Plataforma por la Defensa del Río y los
ayuntamientos de Castril y Cortes, sobre la base del proyecto alternativo.
Recordemos que el Tribunal Constitucional no aceptó la inconstitucionalidad,
cuestión planteada por el Supremo, de la disposición adicional XV de la Ley de
Residuos Sólidos con la que se aprobaba el mismo decreto que el Supremo había
declarado nulo de pleno derecho, el RD 1415/2005, que era el que otorgaba
cobertura legal para realizar el trasvase del río Castril. Ante esa situación,
el Supremo no podía continuar con la ejecución de la sentencia que ordenaba la
paralización definitiva de las obras.
Según el auto del Supremo, conocido hace unos días, se confirma la
imposibilidad de ejecución de sentencia y, en consecuencia, desde el punto
de vista jurídico, lo que procedería por las partes afectadas es que recurran
a lo previsto en el artículo 105.2 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
Este artículo dice lo siguiente:
2. La suspensión o inejecución a que se refieren los dos últimos casos del párrafo anterior sólo podrá decretarse por el Consejo de Ministros, con carácter extraordinario, fundándose en alguna de las causas siguientes:Primera. Peligro de trastorno grave del orden público.Segunda. Temor fundado de guerra con otra potencia, si hubiera de cumplirse la sentencia.Tercera. Quebranto en la integridad del territorio nacional.Cuarta. Detrimento grave de la Hacienda Pública.
Como ninguna de estas causas parecen concurrir con el levantamiento total
de las obras, lo que parece más sensato es que el Gobierno inicie la retirada
de las tuberías y negocie con los ayuntamientos y la Plataforma el plan
alternativo, consistente en captar las aguas desde el embalse del Negratín o
la misma desembocadura del río, aprovechando además -y previa negociación- la
infraestructura instalada desde el Jabalcón hacia las localidades demandantes del
agua.
Pudiera ser que la retirada de las tuberías que no estaban enterradas, estos días atrás, sea una señal de que asumen la imposibilidad de continuar con el proyecto de trasvase. Pero los pasos tiene que ser más firmes y decididos: continuar con a retirada de las tuberías enterradas en la vega y abrir la negociación con las partes afectadas.
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