El plan hidrológico del
Guadalquivir contempla que las aguas del pantano del Portillo se destinen para
abastecimiento a la comarca de Baza. Para hacerlo posible, además han previsto
unos ridículos caudales ecológicos para el río, de manera que así se asegurarían
unos sobrantes que se destinarían al trasvase. Por todo ello, la Plataforma por
la Defensa del Río interpuso ante el Tribunal Supremo el correspondiente
recurso contencioso administrativo, del cual hace unos días se celebró la demanda
con la asistencia de los técnnicos que defendieron las tesis de la Plataforma.
En esta vista, fundamentalmente,
la defensa vino referida a lo innecesario de un trasvase para abastecimiento a
la comarca de Baza por cuanto no están acreditadas dichas necesidades de agua.
Antes bien, hay evidencias sobradas, como se hicieron patentes en la
intervención técnica, de los recursos disponibles. Por otro lado, se mostraron
los estudios que prueban el impacto que ocasionaría la detracción de aguas
sobre la vegetación y, especialmente la ictiofauna del río, con especies
protegidas como la exclusiva variedad de trucha común, y otras como la boga, el cacho o el barbo. Pudo
probarse que, en general, los caudales ecológicos que tiene previsto la CHG son
muy inferiores a los estudios científicos realizados por la Universidad de
Granada (a instancias de la Junta de Andalucía), que contemplaban unos caudales
de entre 1000 y 1500 litros por segundo, cantidad que sería la mínima para
mantener todas las formas de vida (vegetación de ribera y fauna) con las que el
río interactúa, conformado un ecosistema vivo y dinámico. Con
todo ello, se puso de manifiesto el grave daño ecológico que el trasvase
generaría al río Castril.
Por otro lado, también se señaló
la situación jurídica en la que se encuentra el trasvase, paralizado por el
propio Tribunal Supremo por ampararse en un decreto que fue declarado nulo de
pleno derecho.
Por último queríamos señalar,
respecto a las necesidades del río y de los agricultores de Castril y Cortes de
Baza, que a los caudales ecológicos hay que sumarle las cantidades para regadío
a las que tienen derecho y que pueden estar alrededor de los 350 litros por
segundo. Es decir, unas necesidades que no permiten ninguna detracción de agua.
En definitiva, que el pretendido trasvase, además de innecesario, supone la degradación
irreversible del río y su vega.
Y lo más absurdo, es que muy
cerca de Baza existe unos de los pantanos mayores de Andalucía, del cual toman
sus aguas para abastecimiento, y riego, en la comarca del Almanzora (Almería), demostrando
con ello que estas aguas son tan válidas para abastecimiento como las del río
Castril.
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