La propuesta de la inspección educativa, consistente en acelerar las obras y la instalación de la cocina, a la vez que se imparten las clases con normalidad, no convenció a la mayoría de madres y padres. No pareció sensato ni seguro para los niños/as que los trabajadores/as y maquinaria estuviesen realizando sus labores a la vez que los niños deambulan por el patio. Tampoco convenció la idea de un catering provisional que atendiera a los niños/as en el colegio de abajo hasta que estuviese instalada la cocina.
Esta decisión de no aceptar el catering nos parece bastante acertada, pues como ya dijimos hace unas semanas (entrada del 9-3), sería sentar un precedente de la temida privatización del servicio. No es que sobre la mesa se planteara esa posibilidad, pues se insistió en que serían las actuales cocineras las encargadas de atender al alumnado. Pero en cualquier caso, lo que pareció más razonable es continuar la huelga hasta que la cocina estuviera instalada.
Así, se quedó, con el acuerdo de la mayoría, en proseguir un
día más la huelga y mañana jueves, día 9, hacer una nueva valoración una vez que por la tarde la AMPA haya inspeccionado el estado de la cocina y las obras.
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