Publicamos el escrito que nos han enviado.
Hasta aquí he llegado. Ni un día más perteneciendo al PSOE.
Había creído estar en un partido de izquierdas. Contábamos con el aval de lo que el partido fue antes de la dictadura y de la Guerra Civil. Recuperada la democracia y con los primeros gobierno del PSOE, se pospuso el desarrollo del Estado del bienestar, de actuaciones decididas para reducir las desigualdades sociales en aras de proceder a la modernización del país, de sus estructuras. Accedí con cierta de desconfianza. Luego llegó la segunda etapa de gobiernos PSOE, y seguíamos sin recuperar el nivel de desarrollo del bienestar social alcanzado en los países avanzados de la UE.
Con la crisis general del sistema capitalista que hemos sufrido estos últimos año, el retroceso en el Estado del bienestar ha ido en aumento: reducción del sueldo de empleados públicos, prolongación de la edad de jubilación, reforma del mercado laboral, o como ahora proponen, ligar los salarios a la productividad, etc. Mientras, hemos dejado atrás una fase ascendente en la que el capital financiero y especulativo ha visto incrementadas espectacularmente sus rentas. Ahora se retiran con los beneficios y la banca recibe inyecciones de los Gobiernos para sortear la crisis. El Gobierno español ha garantizado la salida de la crisis sin ningún coste a aquellos mismos que la provocaron
En Andalucía, además, se han dado pasos para introducir mecanismos de gestión privada en la administración pública; mientras, la corrupción se encuentra instalada en las instituciones. El escándalo de los ERES no es más que una muestra de esa práctica clientelar, enchufista e interesada que desde el PSOE y las instituciones se fomentaba o dejaba que extendiera por ciudades y pueblos.
En Castril hemos tenido que sufrirlo desde el propio ayuntamiento gobernado por el PSOE. Su candidato, José Juan López Ródenas accedió a la alcaldía con la abstención del concejal del PP al que incorporó en el equipo de gobierno. Desde entonces, su gobierno ha estado plagado de arbitrariedades y decisiones políticas que no podemos aceptar. Acordó con la CHG un trasvase del río Castril, innecesario para quienes quieren beneficiarse de sus aguas, que la mayoría del pueblo rechazaba y rechaza. No asumió que defender el río es defender la vida, la historia, y al propio pueblo de Castril. El alcalde se puso de lado de los que quieren especular con las aguas del río sin ni siquiera contar con los que llevábamos años en el partido. Nunca he sido convocado a reuniones o asambleas para debatir los temas que afectaban a la vida del pueblo. Tampoco ahora lo he sido para elegir a los candidatos/as en las próximas municipales.
Defraudado a nivel estatal y andaluz, sin democracia interna y con políticas desarrollistas, arbitrarias y basadas en las redes clientelares, en Castril como en otros lugares, no puedo seguir en el partido al que un día me sumé con entusiasmo. Hoy digo que mi apoyo ya no puede seguir. Por eso, anuncio mi baja del PSOE. Esta renuncia a seguir en las filas del partido es irrevocable y será comunicada a los órganos pertinentes.
Desde este momento anuncio el inicio de conversaciones con la única fuerza política que, a nuestro juicio, aún conserva una clara identidad de izquierdas, Izquierda Unida. En efecto, es la única fuerza que hemos visto con decidida firmeza en la defensa del Estado del bienestar, de trabajadores/as y sectores desfavorecidos de la población, en la apuesta por otro modelo de desarrollo basado en la sostenibilidad, en criterios ecológicamente sostenibles para fomentar la mejora en la vida de nuestros pueblos. Por eso han apoyado sin reservas el río Castril, el mantenimiento del río como un río vivo, defendiendo los proyectos alternativos y sostenibles por los que en Castril mayoritariamente apostábamos. Con Izquierda Unida esperamos recuperar la voz del pueblo.
3 comentarios:
Y quién es el autor de este escrito e histórico militante del PSOE?
Pues sí, habría estado bien saber si esto se debe a una realidad o es un mero afán literario del autor del blog...
En respuesta a los anónimos comentarios indicaríamos que si pertenecen al PSOE, pueden saber el nombre del exmilitante a través de los responsables que gestionan la afilición. Si no es así, lo sabrán cuando esa persona considere que debe hacerlo público.
No obstante, no deja de ser curioso que se limite o limiten a querer saber el nombre y no respondan a las demás cuestiones que en el escrito se plantean. Esperando que se animen a hacerlo, un saludo.
Publicar un comentario