El borrador del plan hidrológico de cuenca prevee que el agua del Portillo se trasvase a la localidad de Baza.

En repetidas ocasiones hemos sostenido que el trasvase a la localidad de Baza no se justificaba desde ningún punto de vista. No sólo porque no existen problemas de abastecimiento en la localidad bastetana, sino que además siempre podían apostar por las alternativas del Negratín o la desembocadura del río, y todo ello sin el impacto ambiental de las obras y, lo que es peor, la degradación ecológica del río que supondrá la detracción del caudal para el trasvase. También habíamos advertido que la invención de esas supuestas necesidades no era más que una excusa para justificar otra aberración ecológica como fue la construcción del embalse del Portillo.

El Portillo se construyó a finales de los 90 del siglo pasado y hasta la fecha no ha tenido ningún uso. Bajo sus aguas quedaron ricas tierras de vega y parajes de un extraordinario valor, como las Alcantarillas. El ecosistema fluvial y la trama ecológica quedó separado por una barrera, la presa, infranqueable. Su enorme impacto afectó al hábitat de especies cuya vida depende e interactúa con el río. ¿Y todo eso para qué?

Nunca hubo un objetivo claro del porqué de dicho pantano. Primero se construía y, después, ya se vería la utilidad. Tras fallidas búsquedas (la última, para regadíos en Baza, rechazada por su enorme impacto ambiental), ahora, en el borrador del plan hidrológico, plantean que la función del pantano sea la de abastecer (consumo humano) la población bastetana. Encontraron la nueva justificación.

Pero según esto, el pantano no contempla tampoco otro uso. Es decir, que, en principio, tampoco sus aguas se utilizarán en los regadíos de Castril. Sorprendente. No es más que un borrador, pero eso es lo que en él se dice. Ignoramos entonces qué pretende la CHG con las demandas de nuevos regadíos. En fin, habrá que esperar a ver el definitivo plan de cuenca.