Vamos a tener en cuenta sólo las últimas tres elecciones
generales (legislativas del 2011, 2015, 2016). Por tanto, no serán tenidas en
cuenta otro tipo de elecciones, como europeas o autonómicas.
PP: 559 (41,99%) 376 (30,9%) 405 (35,53%)
PSOE: 539 (41,08%) 520
(42,73%) 479 (42,02%)
Unidos Podemos: 116 (10,09%)
C,s: 123 (10,11%) 122 (10,70%)
IU: 167 (12,72%) 32 (2,63%)
Podemos; 147 (10,08%)
Participación 1327 (67,7%) 1227 (65,72%) 1160 (63,32%)
Abstención 633 (32,3%) 640 (34,28%) 672 (36,68%)
Nulos 10 (0,81%) 20 (1,72%)
Según esta secuencia, el PP aumenta en 29 votos respecto a las
elecciones pasadas, aunque se queda lejos del resultado obtenido en 2011. El
PSOE mantiene unos resultados parecidos en términos porcentuales, pero no en
número de votos, que sigue decayendo, perdiendo 41 votos (es posible que cambiasen al PP). C,s sube algo
porcentualmente, no en votos. Unidos Podemos, que es una coalición en la que
Podemos e Izquierda Unida son las fuerzas principales, en teoría tendría que
haber sumado, al menos, los votos obtenidos por ambas fuerzas políticas por
separado, llegando a porcentajes del 12,71% y unos 179 votos. No fue así y
retrocedió 2,72 puntos porcentuales y 63 votos respecto a las pasadas
elecciones. Teniendo en cuenta los 32 electores que no ejercieron su voto respecto a las elecciones de diciembre, es mas que probable que buena parte de esos votos acabaran absteniéndose. También cabe sospechar que algunos nulos fuesen antiguos votantes de Podemos (han aumentado a 10 a 30). Por íltimo, hay que considerar que el número de electores disminuyó respecto a 2015.