Sostiene la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que en la comarca de Baza se está dando una preocupante situación de escasez de agua por sobreexplotación de acuíferos. Resulta sorprendente que el organismo que tiene que velar por la correcta situación de ellos advierta ahora de ese estado. Es más, la propia CHG en el Estudio General sobre la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (Ministerio de Medio Ambiente, Marzo 07), afirma que el acuífero Sierra de Baza tiene unos recursos disponibles de 35 hm3 y un volumen extraído de 8,33 hm3; para el acuífero de Baza-Caniles, los recursos disponibles son de 21 hm3 y el volumen extraído de 6, 43 hm3. Por tanto, ninguna situación de sobreexplotación sobre datos oficiales. Sin embargo, en la información remitida al Ayuntamiento de Cortes de Baza, la CHG aporta datos significativos sobre la disminución de caudal en diversos manantiales de los que se abastece la población bastetana como evidencia de la sobreexplotación de acuíferos. ¿Significa que no son reales los datos oficiales? ¿Significa que en los últimos meses han proliferado de manera alarmante las extracciones ilegales hasta el extremo de poner en situación de sobreexplotación el acuífero de Baza sin que la CHG controle, inspeccione y denuncie? ¿O quiere decir que los datos de esta disminución de caudales, con lo importante que puedan serlo siempre, no alteran la situación de los acuíferos mostradas en las cifras oficiales del estudio sobre la demarcación del Guadalquivir? Lo que no deja de ser sorprendente es que unos acuíferos que, entre ambos, con capacidad de recarga anual de 92 hm3 y capacidad disponible 56 hm3, sean insuficientes para garantizar el abastecimiento de una población de 34.000 habitantes y los regadíos tradicionales. Por cierto, situación bien diferente de la de otros acuíferos de la zona que, esperemos, la CHG vele por su razonable explotación. Cuando se habla de potenciar un desarrollo sostenible, también en el altiplano granadino, implica, entre otras cosas, que cada comarca, cuenca y subcuenca deban adecuarse a los propios recursos hídricos disponibles y siempre desde una perspectiva racional y ecológica.