En la legislatura anterior (agosto de 2010), la pancarta se tuvo que sacar clandestinamente para expresar la protesta ante el trasvase. José Juan López (PSOE) ejercía la la alcaldía |
Esta semana, intensa de
actividades culturales y con gran asistencia de público, culminó con la verbena
que se prolongó hasta la mañana del domingo.
La gran cantidad de personas que este mes descansan en el pueblo hacía
prever la buena acogida de los actos organizados. Y así fue.
Como normalidad política podríamos
destacar que el ayuntamiento permitió que la Plataforma por la Defensa del Río
Castril pusiera una barra en la plaza durante las actuaciones del sábado y del
domingo. Parece algo insignificante, y de hecho lo es en cualquier pueblo donde
la democracia se encuentre consolidada. No aquí en Castril. Sin ir más lejos, en la legislatura pasada (en
concreto en agosto de 2010), una pancarta similar a la que ahora se encontraba
en la barra de la Plataforma tuvo que ser portada clandestinamente por los defensores del río, como forma de protesta, durante las actuaciones musicales de aquellos días (ver foto). Aquel
hecho levantó entonces las airadas críticas del alcalde del PSOE, José Juan Löpez. Sin
embargo, esta pancarta hoy se encuentra en actos organizados por el propio ayuntamiento y el
alcalde, Javier Dengra (del PP) comparte amigablemente con la concejal de IU,
Alicia López, en la barra de la Plataforma (ver foto). Evidentemente es un
signo de normalidad democrática. Pero esos gestos (barra concedida por el
ayuntamiento a la Plataforma, alcalde departiendo con concejales que están en
la oposición) hubieran sido impensables durante la legislatura anterior. La suspensión
de las libertades públicas llegó al extremo de que a la Plataforma se le negó
en la práctica totalidad de las ocasiones el acceso a locales públicos para celebrar
reuniones con las familias afectadas por las expropiaciones y con los
defensores del río. Ni siquiera la presencia de diputados del Parlamento Andaluz
fue considerada razón suficiente para el acceso a esos locales.
En fin, son hechos que ya
comentamos en su momento y no es cuestión de repetirse. Si lo hacemos ahora es
para que puedan observarse más nítidamente las diferencias entre lo que
podríamos denominar el “estado municipal de excepción” de entonces y la situación
de normalidad que se vive durante estos días de agosto. Y esperamos que siga
siendo así.
12 comentarios:
Cual es el concejal de la oposición que comparte con el alcalde?
La concejal, como se ve en la foto.
Esto demuestra las grandes personas que están hechos los dos. Antes que políticos son personas. Muchos deberíais aprender de ellos.
Esa concejal es del cuatripartito que apoya al actual alcalde. En la oposición están solo los socialistas. Lo siento por lo falso del comentario anterior.
Alicia López votó la investidura de Javier Dengra como alcalde, pero no está integrada en el equipo de gobierno. La Junta de Gobierno la componen los dos concejales del PP, la concejal del GIC y Miguel Pérez, de NC.
El PSOE tampoco está en la Junta de Gobierno, pero con su voto (o abstención) está facilitando el gobierno municipal. Veremos en próximos plenos qué sucede.
Esa es la realidad. Que cada cual opine lo que quiera, pero los hechos son inapelables.
Lo inapelable es que con el voto de Izquierda Unida tenemos alcalde del PP. Lo demás son penosas justificaciones.
También eso es inapelable. Pero Javier Dengra o cualquier otro del cuatripartito, simpre serán mejor que un fascista.
El dictador enrabietado no puede volver a pisar el Ayto, le liaría la tercera guerra mundial, la extrema derecha no puede volver a gobernar Castril.
El cuatripartito respondió al clamor de la mayoría de los vecinos/as de Castril (2 de cada tres) para una transición hacia la democracia y para defender el medio de vida y símbolo de la identidad del pueblo, que es el río. Eso es lo que se vive desde hace dos años: respeto a las libertades públicas y colaboración institucional para preservar nuestro patrimonio natural.
Entre los miembros del cuatripartito, que responden a idearios políticos diferentes, se podrán producir diferencias, las propias de un régimen democrático, pero cada uno de ellos (hasta ahora) ha cumplido con lo pactado: cerrar el paso a una época de autoritarismo y nepotismo, de desprecio a las libertades fundamentales y a la fuente que ha alimentado durante siglos la vida del pueblo: el río.
Pero también es bueno que las diferencias políticas se visualicen, que el pueblo tenga conocimiento de ellas y que se pueda elegir en próximas confrontaciones electorales. Esa es la virtud de la democracia, aunque a poderes fácticos y ambiciones personales escondidas en siglas partidarias esto les moleste. Acostumbrados a las sombras, a los aparatos institucionales, a la compra de favores, el debate público y abierto, no juega a su favor.
Todavía recordamos cuando la lucha por las libertades frente al fascismo, el dictador Franco recurría al victimismo, a las conspiraciones y a los odios. Él, como otros dictadores, no podía aceptar las diferencias políticas, la participación y el debate, las libertades públicas. Y su enfermiza y egocéntrica personalidad lo entendía todo en clave de ataque a su ego, a lo propio (su dominio) o a su propia persona. Son épocas que con esfuerzo tratamos de superar, pero hay que estar vigilantes… porque el retroceso, aunque sea atemperado, puede darse. Aquí y allá.
Totalmente de acuerdo pero los que no son de derechas tienen que tragar un alcalde que representa y es lo contrario de su ideología. Es dificilísimo de entender para un sujeto de izquierdas.
Cualquier demócrata tiene que enfrentarse al fascismo. Así se hizo en la resistencia europea frente al nazismo. Y más reciente, en Francia, para cerrarle el paso a Le Pen.
Dicho esto, en un pueblo pequeño y de mínimos presupuestos, las diferencias políticas tienen tan escaso margen que, en la mayoría de las ocasiones, dependen de criterios de honestidad y compromiso con la propia comunidad por quien ejerce la alcaldía. En ese sentido, compara cómo se gestionó en la legislatura anterior y cómo se gestiona en la actual.
Las diferencias, y repito lo dicho anteriormente, se producirán. Pero ahora son posibles porque el espacio para que se produzcan está abierto. Eso no era posible antes.
Contesto al comentario del 20 de agosto a las 01:23h. Yo que no me debo a ningún grupo político, puedo opinar lo que quiera como lo hace usted. Lo que tengo claro es que nunca me gustaría pertenecer al PSOE y menos el que opera en mi pueblo.
Conozco a las dos personas de las que he comentado, y es evidente que sus ideologías no son las mismas. Lo único que les debe unir es lo que nos debería unir a todos, que semos de un mismo pueblo en que nuestros padres se querían como familia, no la que tenemos montada nosotros.
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