Entrada a la sala del Juzgado |
El lunes se celebró el juicio
contra José Juan López, anterior alcalde de Castril, del que ya informábamos en la
entrada anterior. El ex alcalde se defendió sosteniendo que no pretendía
ofender a nadie y que había pedido perdón por el daño que hubiera ocasionado.
Puede entenderse que, como estrategia para su defensa, utilice ese poco
convincente argumento. Pero para quienes conocemos los acontecimientos
ocurridos, ese en concreto, como otros muchos similares, sabemos que el
objetivo perseguido respondía a un plan premeditado para provocar animadversión
y enfrentamientos entre vecinos con la persona señalada. Eso era lo qué perseguía
con la colocación del cartel, como lo que pretendió con el escrito de firmas de
padres y madres respecto al estado de limpieza del colegio (comentado en la
entrada anterior), como con la manipulación y mezcla de textos de varios
artículos de este blog respecto a los
nuevos regadíos y su masiva distribución por el pueblo, y como también con la edición de panfletos mencionando
y culpando a sus opositores del incumplimiento de promesas (que no eran más que
sus propios fracasos), etc.
En definitiva, en sus años de
alcalde, siempre había tratado de señalar públicamente a las personas que
mostraban algún grado de disconformidad con sus decisiones políticas,
atribuyéndoles falsamente ser la causa de algún acontecimiento gravoso o perjudicial, con la pretensión
de enemistar al mayor número de vecinos
posibles con esas personas por él señaladas. Tampoco dudó en acudir a los
medios de comunicación para desacreditar falaz y torticeramente a los
opositores políticos, utilizando incluso información confidencial amparada por
la ley de protección de datos, como hizo con el escrito dirigido al alcalde por
el presidente de la
Plataforma (ver entrada anterior). La persecución a la que
sometió a los opositores le llevó a valerse de sus relaciones con las
administraciones públicas, controladas por su partido, para que se aplicaran
represalias laborales contra trabajadores de estas administraciones que
criticaban su gestión.
Esa fue la realidad durante los
años en los que José Juan López ejerció el poder desde la alcaldía. Pedir
perdón, ahora, a algún ofendido/a cuando pende sobre él el peso de la justicia,
no produce más que risa. Es toda la gestión plagada de autoritarismo, abuso de
poder y desprecio de los principios éticos más elementales, por lo que hoy la
población clama justicia y por lo que se pide reparación. Este juicio es sólo
una muestra simbólica.
4 comentarios:
Ya va siendo hora que la justicia haga su trabajo contra jmar
Es, cuando menos, sorprendente el odio, y, esta vez, no oculto, que mantiene el Sr. López contra el blog que administra, o tal vez contra usted. Causa verdadera curiosidad ver cómo responde a cada una de las entradas que usted publica. Parece que su quehacer actual, ahora que ha abandonado (¿?)sin más remedio su cargo público, pasa por la lectura aviesa, maliciosa, torticera (la palabra que más le gusta a ese sr. lópez)de lo que usted publica. Es patético. Un caso patológico para tesis doctoral. No le gusta lo que ofrece la cámara devolviéndole su propia imagen. Pues eso tan triste es lo que hay!. Que cada palo aguante su vela. Y la del sr. lópez parece demasiado pesada.
Gracias, sr. administrador, por permitir LA LIBRE EXPRESIÓN que este señor cercena
Como decían nuestros mayores "Dios castiga y no da voces" Cuando ahora se ve perseguido por la Justicia algo habrá hecho mal, y en Castril se ha quedado a gusto con los conflictos que ha generado entre vecinos, por su mal proceder.
"XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX"
¿No niños extraña el proceder del elemento que nos ocupa y no nos sorprende su forma de actuar en el presente al igual que en el pasado y con seguridad seguirá en el futuro,
Sólo puede entenderse que sea portavoz del PSOE! viendo como esta el partido, los mediocres son los que mandan, los inútiles son los que aparentar representación, los caraduras sin escrúpulos los que roban nuestros impuestos, El elemento que nos ha tocado soportar es igualito, igualito que XXX ...
Que Dios tenga piedad de nosotros y nos libre de tanto mal, así sea.
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