Hace unos días, una vecina mayor del pueblo increpó al alcalde en la plaza acusándolo de no defender el río traicionando los intereses y la opinión del pueblo de Castril. El alcalde respondió –según la vecina- con términos insultantes e impropios de quien ostenta la representación de un ayuntamiento democrático, por más que sus prácticas desmientan tal condición.
El alcalde, continuando su política intimidatoria contra los oponentes políticos, ha interpuesto denuncia en los juzgados de Huéscar contra esta vecina. Al parecer entiende que el cargo que ocupa le tiene que blindar contra las críticas por la gestión política que realiza. Nada más lejos de la realidad. Antes bien, debiera de saber que, precisamente por ser alcalde, su gestión tiene ser analizada y criticada por los vecinos y vecinas de Castril; más aún en un tema que afecta a la identidad de un pueblo. Y también, a hacerlo públicamente, en la calle. No puede pretender que no se le reproche su gestión. Eso está implícito en el ejercicio de su cargo. Y que no se escude en supuestos insultos o amenazas: no son creíbles provenientes de esta mujer mayor cuyo civismo ha sido premiado por el propio ayuntamiento.
Miembros de la Plataforma por la Defensa del Río Castril han expresado su solidaridad con dicha vecina y se proponen acompañarla durante el juicio que se celebrará en Huéscar el día 10 de diciembre a las 11 de la mañana. La hora no es la más adecuada para que se puedan desplazar muchas personas. No obstante, algunas han mostrado su predisposición y allí estarán.
2 comentarios:
Muchas gracias, Paco, por tu animo, y palabras.
pero no puede ir por la calle y insultar todo el mundo. Parece ser que en Cqstril cada uno puede hacer lo que quiere. Si eel le ha insultado elle tambien sabra que le pudira pasar despues. Cada uno tiene que responsabilizar de sus actos sino es muy facil, que cqdq uno diga lo que quiere y cuando quiere. Castril tambien tiene leyes. Y que cada uno apechuge con lo que tiene
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