El río Castril y la verdad sobre una de las amenazas que pesan sobre él
En los últimos días, algunos directivos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, entre ellos el Sr. López Martos, han realizado declaraciones en las que acusan a los detractores del proyecto de trasvase del río Castril a la comarca de Baza de no decir la verdad sobre el mismo. Es increíble que esa acusación falaz haya podido partir de los responsables de la CHG. Es falaz porque la responsabilidad y el deber de informar corresponde a quienes promueven el trasvase. Pero, además, mientras que los críticos nos pronunciamos valiéndonos de informes y documentación pública sobre los problemas económicos y ecológicos que el trasvase plantea, desde la CHG se falta a la veracidad, se oculta información:
1º Se dice que el agua a trasvasar supone un 5% de la capacidad de embalse del pantano El Portillo (33 hm3) situado sobre el río Castril. Pero 7 hm3, el agua destinada al trasvase, supone un 25 % de la cantidad media del pantano durante 2.007 (28 hm3). Es de suponer que se refieran a porcentajes sobre otros datos y que estos los den como constantes en el futuro. Esto no deja de ser una incongruencia a tenor de las proyecciones que se realizan sobre los efectos del cambio climático en la disminución de los recursos hídricos. Asimismo se sostiene que el pantano desagua 1.200 l/sg. Pero faltan a la verdad si no pormenorizan mes a mes lo que supondrá la detracción de aguas sobre el caudal del río, cómo va a afectar a los caudales ecológicos (estudio realizado a instancias de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Alba-Tercedor, 2.002.) y riegos tradicionales en diferentes tramos del río. Tampoco se dice dónde irá ubicada la captación y por dónde discurrirá el entubamiento.
2º También se falta a la verdad cuando no se dice la capacidad de recarga anual de los acuíferos de Baza (64 hm3), que es superior a la de almacenaje del pantano El Portillo, y cuando no se dice los hm3 que se necesitan para abastecimiento y regadíos en Baza y los otros pueblos afectados. Es demagógico hablar de disminución del caudal de fuentes y desaparición de alguna de ellas: no hay comarca en Andalucía que no viva situaciones similares. Es lo lógico cuando aumentan los regadíos, las extracciones ilegales y el consumo humano mientras que la disponibilidad de recursos hídricos continúa con su tendencia decreciente.
3º Es una auténtica ignominia que soslayen el proyecto alternativo que consiste en la captación de aguas desde la desembocadura del río Castril en el pantano El Negratín escudándose en la contaminación del río aguas abajo del pueblo de Castril. Resulta sorprendente que un organismo que debiera proteger el medio ambiente diga tal cosa. Que los vertidos de los pueblos de Castril y Cortes de Baza puedan contaminar el río y no arreglen o instalen las depuradoras pertinentes y que no controlen otras fuentes contaminantes, al margen de si se llevan o no el agua, es indicativo de la sensibilidad ecológica de quienes gestionan y debieran velar por nuestro medio ambiente. Faltan a la verdad quienes dicen que ese agua no podría valer para consumo humano si tal necesidad se justificara en algún momento de manera razonable y fehaciente. Este proyecto alternativo que contó con el estudio y aprobación de Medio Ambiente de la Junta Andalucía, ahora ni se menciona.
4º Otro aspecto que se oculta es el hecho de que si se toma el agua para abastecimiento desde el río Castril, las aguas procedentes de los acuíferos de Baza, con capacidad de recarga sólo en el de Sierra de Baza de 35 hm3, quedan expeditas para las necesidades de regadío. A ellas habría que sumar las resultantes de reciclar los 7 hm3 procedentes del río Castril.
5º Pero sobre todo, no se dice la verdad de que al acogerse al carácter de emergencia, injustificable desde todos los puntos de vista, lo que se pretende es obviar el preceptivo estudio de impacto ambiental de la vía ordinaria y la exposición pública del proyecto para conocimiento, evaluación y alegaciones por la ciudadanía.
Aún se está a tiempo. Que detengan definitivamente las obras, que informen con veracidad a las poblaciones afectadas y, dada la opacidad de algún ayuntamiento de la zona, que lo hagan directamente. No es tan difícil ponerse de acuerdo cuando desde una perspectiva racional y ecológica se plantean y pretenden resolver problemas y proyectos que afectan al desarrollo de la comarca.
En los últimos días, algunos directivos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, entre ellos el Sr. López Martos, han realizado declaraciones en las que acusan a los detractores del proyecto de trasvase del río Castril a la comarca de Baza de no decir la verdad sobre el mismo. Es increíble que esa acusación falaz haya podido partir de los responsables de la CHG. Es falaz porque la responsabilidad y el deber de informar corresponde a quienes promueven el trasvase. Pero, además, mientras que los críticos nos pronunciamos valiéndonos de informes y documentación pública sobre los problemas económicos y ecológicos que el trasvase plantea, desde la CHG se falta a la veracidad, se oculta información:
1º Se dice que el agua a trasvasar supone un 5% de la capacidad de embalse del pantano El Portillo (33 hm3) situado sobre el río Castril. Pero 7 hm3, el agua destinada al trasvase, supone un 25 % de la cantidad media del pantano durante 2.007 (28 hm3). Es de suponer que se refieran a porcentajes sobre otros datos y que estos los den como constantes en el futuro. Esto no deja de ser una incongruencia a tenor de las proyecciones que se realizan sobre los efectos del cambio climático en la disminución de los recursos hídricos. Asimismo se sostiene que el pantano desagua 1.200 l/sg. Pero faltan a la verdad si no pormenorizan mes a mes lo que supondrá la detracción de aguas sobre el caudal del río, cómo va a afectar a los caudales ecológicos (estudio realizado a instancias de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Alba-Tercedor, 2.002.) y riegos tradicionales en diferentes tramos del río. Tampoco se dice dónde irá ubicada la captación y por dónde discurrirá el entubamiento.
2º También se falta a la verdad cuando no se dice la capacidad de recarga anual de los acuíferos de Baza (64 hm3), que es superior a la de almacenaje del pantano El Portillo, y cuando no se dice los hm3 que se necesitan para abastecimiento y regadíos en Baza y los otros pueblos afectados. Es demagógico hablar de disminución del caudal de fuentes y desaparición de alguna de ellas: no hay comarca en Andalucía que no viva situaciones similares. Es lo lógico cuando aumentan los regadíos, las extracciones ilegales y el consumo humano mientras que la disponibilidad de recursos hídricos continúa con su tendencia decreciente.
3º Es una auténtica ignominia que soslayen el proyecto alternativo que consiste en la captación de aguas desde la desembocadura del río Castril en el pantano El Negratín escudándose en la contaminación del río aguas abajo del pueblo de Castril. Resulta sorprendente que un organismo que debiera proteger el medio ambiente diga tal cosa. Que los vertidos de los pueblos de Castril y Cortes de Baza puedan contaminar el río y no arreglen o instalen las depuradoras pertinentes y que no controlen otras fuentes contaminantes, al margen de si se llevan o no el agua, es indicativo de la sensibilidad ecológica de quienes gestionan y debieran velar por nuestro medio ambiente. Faltan a la verdad quienes dicen que ese agua no podría valer para consumo humano si tal necesidad se justificara en algún momento de manera razonable y fehaciente. Este proyecto alternativo que contó con el estudio y aprobación de Medio Ambiente de la Junta Andalucía, ahora ni se menciona.
4º Otro aspecto que se oculta es el hecho de que si se toma el agua para abastecimiento desde el río Castril, las aguas procedentes de los acuíferos de Baza, con capacidad de recarga sólo en el de Sierra de Baza de 35 hm3, quedan expeditas para las necesidades de regadío. A ellas habría que sumar las resultantes de reciclar los 7 hm3 procedentes del río Castril.
5º Pero sobre todo, no se dice la verdad de que al acogerse al carácter de emergencia, injustificable desde todos los puntos de vista, lo que se pretende es obviar el preceptivo estudio de impacto ambiental de la vía ordinaria y la exposición pública del proyecto para conocimiento, evaluación y alegaciones por la ciudadanía.
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1 comentario:
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